Microsoft word - coeficiente_asociacion

Presentación
I.- APROXIMACIÓN BINOMIAL A NORMAL.

Inferencia
Estimación de parámetros.
Fenómeno aleatorio.
Causalidad.
Gráfico de sectores.
Simetría
Equivalencias.
II.- ASIMETRÍA.

Reactividad
Desviación típica.
Varianza
Grados de libertad
Dilema del prisionero
Modelo de utilidad esperada
III.- PLANO DE REGRESIÓN

Análisis explicativo
Regresión lineal múltiple
Error de medición
Operacionalización
Juego de suma a cero
IV.- KURTOSIS Y APUNTAMIENTO

Histograma
Significación estadística
Validez discriminante
Contingencias
Pruebas de hipótesis
Efecto de verificación
Coeficiente de correlación (r)
Coeficiente de asociación (Cam)
“Sabes que acabaré escribiendo ridículas cartas de amor que no serán para ti, serán de todo aquel que quiera perder su tiempo intentando comprender un poema. Sabes, y lo muestras, que el camino es endurecer las pupilas… El camino es atrincherar el amor en la certeza de la muerte. Sabemos que nadie puede salvarnos. Nada” (“Cartografía del Silencio”) PRESENTACIÓN
La poesía es confesión estética, testamento ológrafo, ritmo cromático en tonos polifónicos; natura naturante y naturada. Anihila lo sentido mediante símbolos que alteran las reglas lógicas del lenguaje. Y en esa auto-salvación esteta, el amor suele ocupar un espacio recidivo. La dualéctica Eros/Logos hegemoniza los vocablos sin pedir permiso, raja las letras, se aposenta en ellas traspasando las palabras. Lo hace a veces de la mano del enamoramiento, asociación hormonal transgresora de controles soberanos contenidos; otras, en fin, con el desenamoramiento, desapego lento asténico inconsciente, ventana abierta hacia dentro desde dentro hasta los confines últimos de la vulnerabilidad. El sentimiento amoroso propicia el renacer poético de la palabra sentida acompañada. Idioma cómplice, dice lo indecible corazoncéntricamente. A veces es la poesía y su logoerótica quienes desnudan el poeta, a fin de cuentas es la asadura más próxima que tiene, conocido o desconocido de sí. Otras pasa al revés, y entonces es el poeta quien acorrala los conceptos en un tenso ejercicio de tanteo especulativo; quizás para extraer verdades momentáneas que apacigüen, inquieten o aquieten; quizás no. Sea como fuere, los renglones versados acaban siendo refugios transitorios con vocación de eternidad entre anaqueles. Ocasionalmente, también, trincheras expectantes de lo que no llega por sí solo; guarida cava, sombra en hondonada. Se dice hasta la saciedad que todos necesitamos amar y ser amados, comunicarnos afectivamente, ser reconocidos, valorados, vincularnos con alguien o con algo: Asociarnos en un pequeño gran mundo de afectos. Sin embargo amamos de forma muy distinta. La genitalidad pulsional y visual del hombre, tan proclive al extrañamiento de las emociones, contrasta con el presentismo emocional de la mujer capaz de interiorizar cualquier gesto, cualquier sensación, publificándolas privadamente. Luego entran en juego la deseducación y la acultura, las herencias caracteriales y temperamentales, los traumas no superados que con el tiempo se enquistan en manías neuróticas, y, cómo no, el universo génico, sustancia espiral transmitida en códigos ADNísticos mediante leyes implacables que reduplican sus códigos a lo largo de una cadena infinita de generaciones. Lo paradójico es que en un momento donde el amor y la vida se hacen más e-videntes, tropezamos con mayores dificultades para vivir y para amar. No nos damos, no nos entregamos pero exigimos, incapacitados para recibir y recibir-se. Carencias afectivas /tristeza/ umbrales bajos de tolerancia /desgaste/ estrés alienante /extrañamiento/ malestar sedado /anhedonia/ escondites profesionales /acoso/ euríbores IPCísticos /pre-ocupación/, depresión, in-felicidad /alexitimia/… Demasiados peligros asociados, demasiados riesgos para asociarse y asociarnos. Si la motivación humana es una calculadora hedonística del placer y del dolor, y si equilibrarlos hoy es una labor “Sísifa”, no debe extrañar los abultados intentos científicos y literarios por descifrar las claves del sentimiento amoroso y de sus anticíclicas manifestaciones. Para las ciencias físicas, el amor puede ser partículas neutrinas, magnetismo, impulsos eléctricos, fluctuaciones cuánticas del comienzo del universo. Los químicos lo definirían como hormonas en interacción y sustancias liberadas en movimiento. La biología incluso podría reconducirlo a información celular codificada, permutada, combinada y transmitida entre líquidos viscosos. Al psiquiatra le preocupará los nerotransmisores serotoninérgicos y las conexiones sinápticas, mientras que el psicólogo observaría las pautas de comportamiento amoroso, las conductas nocivas, la forma como lo interpretamos y lo procesamos cognitivamente. El sexólogo indagará en los estímulos-respuesta, los juegos amorosos y la comunicación erótica. El matemático traduce el amor numéricamente mediante fórmulas y ecuaciones; medirá la caducidad amorosa en unidades de testosterona, endorfinas y catecolaminas prediciendo con exactitud su tempo de declive a través de cálculos estadísticos de probabilidades. Cualquier contingencia vital YA es susceptible de ser analizada, evaluada, cuantificada y, en su caso, anatemizada. La hegemonía del método científico preverá con precisión analítica las circunstancias antecedentes, causales y consecuentes. Su porcentaje de acierto será amplísimo (un 95%), el margen de error nimio (+/-5% de horquilla) y el nivel de confianza extremo.
“Coeficiente de Asociación” es un intento aproximativo más a la piedra roseta
del sentimiento amoroso. Sólo aproximativo. En su interior hay información pictórica, descriptiva incluso intuitiva con registros poéticos polimorfos que, empero, siguen una linealidad performativa y en curvatura. También contempla el poemario algunas Fórmulas para Salvarse, pero en caso de interesarse en ellas cada uno debe identificarse antes con el enunciado de las planillas. Las notas a pie de página, concebidas como apoyaturas de contextualización personal, se acompañan de una explicación evocativa de cada título poemado. No puedo dejar de advertir que el libro conlleva “riesgos” para el buen leyente, también para el vidente o el mero escuchante (CD o DVD anexos). En cualquier caso, querido lector, auguro malos tiempos para el amor. Mejores tal vez (sólo tal vez) para la vida.
INFERENCIA1

Me quedo pensándote cuando no estás.
Dibujo tu rostro, fácil,
y a veces logro hacer un
calco de tu risa, que viene
para irse de nuevo en
forma de rostro evaporado
hasta quedar tu imagen asible
modulable
blanda y blanca
amable de sí.
Vuelves cuando te soplo
al aire, y se evapora tu estampa
como halo invisible amplia,
extraña
votiva
inaprehensible
coqueta de ti.
Luego, borro con goma
Pelikán, mitad azul / mitad blanca,
y te guardo secreta en el bolsillo,
simple.
Pero apareces de nuevo
en autorretrato, Faber Castell nº1
punta blanda, sombreada tu faz
con trazos muy tenues, casi
que brota, leve, tras la espalda del lienzo, blanca. Mañana, probablemente deba borrar tu pensamiento, esta vez con brío duro, parte Pelikán azul. Hoy, sólo sé que te pienso b l e que hacerlo me inquieta t a y me da una excusa l e v i 1 “Razonamiento por el que, basándose en la observación o un sistema lógico, se llega a conclusiones todavía no aparentes”
CAUSALIDAD2

1) “La palabra es gesto para vaciar el desmomento”
2) “Vale el gesto por palabra para vaciar lo que hay dentro” 2“Relación donde la modificación de uno o más conceptos o variables origina modificaciones de otros conceptos o variables”
DESVIACIÓN TÍPICA3

Te vas sin haber llegado,
Sigilosamente [de puntillas]
Te alejas cuando estás más cerca a menos de dos metros de llanto. Pero vuelves sin haberte ido, sin haber partido del hambre donde la vida no sabe. Lo haces sigilosamente [de puntillas] [sin dejar rastro] con un halo de tiempo que asfixia lo que no debe. en tu Vals de amor que amor quiere amor fuere muere, sufre, duele, teme y en desamor ama 3“Medida de variabilidad por excelencia; refleja la dispersión de las puntuaciones con respecto a una medida de tendencia central”
SIGNIFICACIÓN ESTADÍSTICA4
Cuando la sombra sea más sombra o el alma sea carne antes que alma podrá acercarse, cóndilo, en forma de sí. Dará sentido a fuerzas contenidas que aguardan ónticas en el hórreo de los días. Permanecerá entre nosotros, entre la vida, haciendo cómodos los momentos que vuelven anclados del futuro. Impregnará el saludo, la mirada esquiva, el roce, la impaciencia hasta el primer beso, después, quizás, la calma. Confirmará el “sí quiero”, brindis, viajes, carencias arrastradas, flancos vulnerables, hasta esa ingravidez extraña del silencio. Inundará la risa sin forzarse, probablemente mil amaneceres, noches diurnas en la amnesia consciente del espejo. Luego –siempre luego- entablará alianzas con lo habido, la amistad, el cariño y el afecto predisponiendo los conceptos. Pero una tarde -siempre una tarde- vendrá una brisa hasta la mente que el corazón dormita y retará el retorno hacia otras sombras, otras almas u otras carnes, con el arrepentimiento como opción irremediable. 4“Posibilidad de que la asociación entre dos variables responda al azar y pueda no existir en el conjunto de la población”
CONTINGENCIAS5
Ocurre algunas veces.
No muchas. No demasiadas.
Pero algunas veces ocurre.
Ocurre algunas veces.
Ocurre una mirada que acerca
un alma andando los cristales.
Ocurre una pista, una frase oportuna
salvífica de un tiempo intransigente.
Ocurre un abrazo que ensambla
las piezas de un puzzle a la deriva.
Ocurren unos ojos, para volver
más adentro del lugar donde se vuelve
y donde se ha vuelto.
Ocurren unos dedos que buscan
y hacen de la piel una caricia.
Ocurren unos labios que esperan…
y el hambre de la vida que aguarda…
Sí, ocurre.
Ocurre algunas veces.
No muchas.
No demasiadas.
Pero algunas veces ocurre.
Bastante pocas veces.
5“Posibilidad de que una cosa suceda o no suceda; en metafísica, lo opuesto a determinismo, irrupción de la libertad en el universo causal”
COEFICIENTE DE CORRELACIÓN (r)6

Mantener el amor dependerá de cómo estés tú y cómo esté yo; del peso de los años, del
comienzo, del enamoramiento. De tus charlas y mis charlas, la cena de anoche, la marca
de vino, el postre azucarado, la limpieza de los platos, el espectadorismo catódico, el
cansancio acumulado, el hilo dental, las cremas limpiadoras, la lectura del libro en la
mesilla de noche, la tardanza en conciliar el sueño, la seducción impregnada en lo
inconsciente, aprosexia; del beso hecho sexo o el sexo hecho sexo. Del “buenas noches,
cariño, que tengas dulces sueños, hasta mañana”. Dependerá de los ardores de
estómago, la postura en la cama, los ronquidos apnésicos, el sueño tranquilo, los miedos
pesadillas. Del canto amanecido de pájaros o coches, los primeros pensamientos, del
“buenos días, cariño, cómo has dormido?”, el primer abrazo mañanero dado, querido,
recibido u ofertado. Dependerá del dolor de espalda, los pasos hacia el baño, la charla
silente cronotopo hacia el espejo; la flora intestinal, la ducha caliente, el masaje facial,
la elección de ropa, el nudo en la corbata, agujeros en las medias, que la radio no radie
noticias alarmistas, el zumo de naranja, que el té desprenda su olor característico, el
hambre matutina, la fuerza o la nostalgia. Encontrar los objetos con la urgencia de las
ocho, el orden o el desorden, del “nos vemos, encárgate de esto, no te preocupes, pero
si no tengo tiempo?, pues encuentra un hueco, los bancos apremian, y hay que hacer la
transferencia”. Estrés, distrés, entrada currela, tareas encomendadas, funciones
asumidas, ritmo acumulable hacia el café de media mañana, timbre telefónico,
autoestima peligrada, frases con segundas; jodienda reptilínea de los trepas y las trepas,
los trepas y las trepas, trepas que trepan, asertividad ejercida, profesiograma ejecutado.
Dependerá de la lista de la compra, los dolores de cabeza, el chaleco antibalas, los
hurtos consentidos, el esquema de valores, las batallas hueras de sal y de vinagre, el
impulso consumista, el Euribor+1, el ingreso de la nómina, las subidas salariales en la
negociación colectiva, el Euro Mileurista, los plazos narcóticos, o el vencimiento
puntualísimo de las letras bancarias. Dependerá del diván psicoanalista, los infiernos
pretéritos, los traumas Freudianos, el olvido y la memoria; de obsesiones neuróticas,
depresiones acechantes, pensamientos negativos, la terapia conductual, cognitiva o
cognitivista, las crisis de las décadas, la inmadurez adormecida, necesidades
dependencias, paternidad inasumida, sacrificios postergados o, simplemente, el poder
del ahora. De la bajada de la regla, los desequilibrios hormonales, las dosis exactas de
cymbalta, orfidal, adofen, noctaldim, tranquimazin y valeriana, los niveles mínimos de
serotonina, carnitina, dopamina y noradrenalina. Dependerá de la actitud positiva, las
zapatillas de deporte, la sesión del gimnasio, el masaje del fisio, las clases de yoga, tai
chi, chi-kung y tsiatsu, la peli semanal, el DVD de recambio, la enfermedad de los
padres, sus chantajes emocionales, las reuniones caseras, las decepciones de amigos que
dejan de serlo hasta hacerse saludados para luego olvidados. Dependerá del cariño leal,
la ternura leal, el compromiso libre, el brillo de los ojos, los biorritmos sincrónicos o
asincrónicos, los gustos parecidos, los umbrales respectivos de tolerancia e intolerancia.
Dependerá de que yo sea yo, tú seas tú, la caricia acaricie, y los labios desmientan. Sí.
Mantener el amor depende, muy probablemente, de demasiadas cosas que acechan su
mantenimiento.


6“Coeficiente de asociación entre dos variables de intervalo que mide la bondad o el ajuste de los puntos y de los datos en torno a una línea de regresión”
COEFICIENTE DE ASOCIACIÓN AMOROSA (Cam7)

a + bX
Y = ------------
( )*
donde:
Y = Amor (variable dependiente)
a = Interés (valor relativo que en sí tiene algo)
b = Voluntad (valor absoluto que desde sí exterioriza alguien8)
X = Deseo de amar (variable independiente)
* = Temporalización (indicación numérico-dialógica9)
Para obtener Cam, los datos de la experiencia personal deben inferirse del coeficiente
de correlación10 y de la regresión lineal múltiple11. Los valores de amor “Y” se
obtendrán tras despejar la recta de “Y” sobre “X”, mientras que “b” representará el
incremento volitivo de la variable dependiente (Yx) cuando la variable independiente
(Xx) aumenta una unidad. En cualquier caso, y de cualquier modo, siempre quedará el
mar para volver a ser.

7 “Medida indicativa acerca del grado y dirección asociativa entre dos variables” 8 Sabedor que la derrota es voluntad, y la voluntad derrota. 9 La indicación parentética debe explicitarse por cada sujeto

Source: http://www.franaleman.es/files/archivos/Coeficiente_asociacion1.pdf